Por el Equipo de Ayuda de Hungría (Originalmente en Húngaro)
Los conflictos y la inestabilidad han llevado a cientos de miles de personas a arriesgar sus vidas, huir de sus hogares y buscar refugio seguro en otros países, especialmente los de Europa. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al menos 533.000 refugiados han llegado a países de la Unión Europea en el 2015 hasta el momento. Con la esperanza de un futuro mejor, muchos emprenden viajes desgarradores en barco o a pie para encontrar nuevos hogares. Hasta ahora en el 2015, más de 2.800 han perdido la vida durante sus intentos de llegar a Europa. Después de llegar, los refugiados están necesitados de las necesidades básicas y de otros tipos de ayuda.
En respuesta a la compasiva instrucción de la Maestra Suprema Ching Hai de hacer todo lo posible para ayudar a los refugiados, nuestros miembros de la Asociación en Hungría rápidamente formaron un equipo de ayuda, con un total de 15.132 dólares utilizados de los fondos de la Maestra y 14.005 dólares contribuidos por los miembros de nuestro equipo de ayuda.
4 de septiembre del 2015
Debido al paro de los trenes que van de Hungría a Europa Occidental, 1.000 refugiados decidieron caminar desde la Estación de tren Budapest-Keleti a lo largo de la carretera a Austria. Al enterarse de su larga caminata, uno de nuestros miembros de la Asociación localizó a los refugiados justo fuera de Budapest, y les trajo jugo de fruta para saciar su sed debido al clima cálido. Los beneficiados estuvieron profundamente agradecidos por los refrescos. Muchos otros húngaros también se alinearon en la carretera para ofrecer a los recién llegados comida y agua.
Por la noche, se informó que 100 refugiados habían dejado un campamento en Bicske, Hungría y caminaban por las vías del tren hacia Austria. A medida que se acercaban a una aldea, nuestro miembro de la Asociación que vivía allí rápidamente compró 60 botellas de jugo y 60 panes, ayudado por un joven húngaro amigable. Los refugiados, que tenían mucha hambre, estaban agradecidos por el alimento. Después de recibir su comida y jugo, un refugiado miró a nuestro miembro de la Asociación a los ojos y dijo en lágrimas: “¡Dios lo bendiga!” Nuestro miembro de la Asociación fue muy conmovido por esta expresión de gratitud.
5 de setiembre, 2015
En este día, aproximadamente 2.000 personas aún estaban acampadas en la estación de tren de Keleti, por lo que nuestro equipo de ayuda les suministró jugo, comida e impermeables. El jugo era una vez más un artículo popular. La gente no estaba tan hambrienta como la víspera porque varias organizaciones y mucha gente local ya los estaban ayudando.
Después de la hora del almuerzo, nuestro equipo hizo otra ronda de compras y de nuevo distribuyeron suministros, incluyendo barras de cereal de gran tamaño, en Keleti. Para entonces los refugiados estaban bien alimentados pero los artículos eran todavía bienvenidos. Uno de los miembros de nuestro equipo tuvo una conversación con un hombre sirio que quería contarle lo que le había pasado a su pueblo de Siria, pero el hombre se detuvo cuando sus ojos se llenaron de lágrimas.
Por la tarde, el gobierno húngaro llegó a un acuerdo con los funcionarios austriacos para permitir que los trenes volvieran a pasar libremente. Así que después de acampar en la estación de tren durante varios días, la gente reanudó su viaje con gran alivio.
Se decía que quinientos refugiados por hora se dirigían por la carretera en Macedonia hasta la frontera húngara. Se calculó que llegarían alrededor del 15 de septiembre, creando potencialmente un gran cuello de botella en Serbia, donde las instalaciones eran escasas y las temperaturas nocturnas estaban cayendo.
7 de septiembre de 2015
Nuestro equipo de ayuda compró un suministro de colchones con espuma de polietileno y mantas y las entregó a un almacén en Budapest, de donde los voluntarios los llevaban a Szeged, una ciudad que los refugiados atravesaban cada día.
9 de septiembre de 2015
Otro equipo de nuestros miembros de la Asociación llevó una camioneta y un coche lleno de suministros a un lugar llamado Röszke en la frontera húngara-serbia. Los suministros incluían ropa, barras de cereal, jugo y agua. En Röszke, muchas organizaciones de ayuda y personas de toda Europa ya estaban ayudando a los miles de refugiados que pasaban a diario. La respuesta del público fue reconfortante.
11 de septiembre de 2015
En Röszke, parte de nuestro equipo de ayuda rentó una camioneta y distribuyó 1.560 litros de jugo de fruta, 100 kilos de ropa abrigadora, 50 impermeables y un gran suministro de botas de goma para la gente esperando en línea por los buses. La policía también permitió a nuestros miembros del equipo abordar los buses y distribuir artículos a la gente que estaban en los buses esperando que arrancaran.
12 de septiembre de 2015
Durante el día, nuestro equipo visitó dos campamentos, el primero siendo el sitio Ásotthalom en la frontera. El sitio estaba pulcro y limpio, con muchas tiendas de la ONU para refugiados y voluntarios de la ONU distribuyendo agua y emparedados para los residentes. Nuestro equipo distribuyó fruta, jugo de frutas y barras de cereal a la gente y dejando la comida sobrante a los voluntarios de la ONU para aquellos que podrían llegar después.
El segundo campamento era más grande, teniendo aproximadamente 200 personas. Varios grupos de ayuda estaban en el sitio, así la gente estaba bien cuidada. Nuestro equipo distribuyó barras de cereal a los refugiados, voluntarios y oficiales de policía para transmitir nuestro amor.
En la noche, nuestro equipo fue al campamento Röszke, donde otro equipo de miembros de nuestra Asociación también llevó más comida. Un miembro del equipo quien era un farmacéutico organizó los suministros de medicamentos en las tiendas de medicina del campamento y los médicos, incluido un vegano, estuvieron profundamente agradecidos.
El resto de nuestro equipo llevó comida en grandes bolsas a la línea férrea y distribuyó suministros a los refugiados que llegaban.
13 de septiembre de 2015
Nuestro equipo de ayuda fue al campamento Röszke y distribuyó jugo y agua y cuatro más de nuestros miembros de la Asociación se unieron en la tarde.
Este día, las condiciones en el campamento mejoraron ya que llegaron grandes contenedores de basura y las compañías recolectoras de basura locales limpiaron los sitios. También distribuimos barras de cereal a los trabajadores de sanidad, quienes aceptaron felizmente la comida. Entonces ayudamos a recoger la basura hasta que oscureció.
14 de septiembre de 2015
En la tarde, la frontera en las vías de tren estuvieron cerradas, así que la gente no era admitida en el campamento. Aquellos que continuaron llegando fueron directamente al punto de cruce oficial, donde ellos serían llevados a la estación de tren Röszke y procederían a Austria. Entonces fuimos a la estación donde 10 buses y un tren lleno de gente estaba esperando. A pesar de estar cansados y hambrientos, los refugiados estaban sonrientes y felices de estar yendo a Austria. Distribuimos toda la comida que teníamos con la ayuda de la policía y los otros voluntarios.
Del 25 al 27 y 30 de septiembre de 2015
Cada día aproximadamente de 8.000 a 10.000 personas estaban cruzando Hungría en trenes hacia la ciudad austriaca de Nickelsdorf, donde eran transportados en autobús a diferentes sitios. Los 500 refugiados por hora contabilizados en Macedonia a principios de mes, estaban pasando ahora por Austria y Hungría a diario.
La Cruz Roja Húngara cooperaba con los funcionarios de la región para ayudar a los refugiados. Los policías del lado húngaro estaban encantados de probar el chocolate vegano y las barras de cereal que llevábamos.
Durante los 4 días, dejamos aproximadamente 8.000 chocolates y barras de cereal con chocolate por el camino para que los refugiados pudieran llevárselas al aproximarse a la frontera. Los chocolates, que eran los preferidos, se podían transportar fácilmente durante su viaje.
Durante este periodo uno de los miembros de nuestro equipo ayudó a un refugiado a llamar y organizar el que su hermano se reuniese con él en Viena. El hombre, que no hablaba inglés pero que parecía ser de Afganistán, estaba tan agradecido que besó al miembro de nuestro equipo.
Una conversación con un grupo de jóvenes sirios también reveló algunos de los problemas a los que se enfrentaban. Por ejemplo, aunque tuviesen dinero, no podían comprar billetes de avión desde Turquía a Europa debido a restricciones legales y al alto costo de solicitar una visa de refugiado desde el extranjero. Además, alojarse en un hotel en algunos países requería mostrar una carta de un residente local, y en otros países era imposible, así que tenían que dormir en la calle, con el frío.
Rogamos que los refugiados vuelvan pronto a tener vidas prósperas, pacíficas y felices, por la Gracia de Dios.
Gastos de la Maestra Suprema Ching Hai y su Asociación Internacional para el Trabajo de Ayuda para los Refugiados en Hungría
Descripción | Cantidad – florines húngaros | Cantidad – dólares americanos | Recibo |
---|---|---|---|
Comida | 2,689,643.10 | 9,967.34 | A |
Tiendas de campaña, mantas y ropa | 2,090,152.00 | 7,741.30 | |
Gastos de viaje | 304,195.00 | 1,126.75 | |
Otros | 2,781,175.20 | 10,300.65 | |
Total | 7,865,165.30 florines | 29,136.04 dólares |