Asistiendo a las Víctimas de la Inundación en Kerala, India

Por el Equipo de Socorro de Formosa (Originalmente en chino)

Desde que empezó la temporada de lluvias en el 2018, la intensidad de las lluvias del monzón en Kerala, India, estableció un récord de cien años. Desde el 8 de agosto de este año, el estado entero fue inundado por la intensa lluvia, forzando las represas que rodean al estado, a descargar agua simultáneamente agregándose a la inundación. Las aguas residuales de la inundación en las zonas bajas, no solo cortaron los servicios, sino también arrasaron infraestructuras importantes tales como puentes, carreteras y asentamientos rurales. De acuerdo con el gobierno local, los continuos aguaceros cobraron al menos 200 vidas y desplazaron a más de un millón de personas. Entre ellos 900.000 fueron colocados en campamentos temporales de rescate y presentando necesidades básicas y de suplementos médicos de forma urgente.

La Maestra Suprema Ching Hai amorosamente donó USD$10.000 para ayudar a las víctimas, e instruyeron a nuestro equipo de socorro para que visitara rápidamente la zona de desastre para proporcionar ayuda. Un equipo de socorro que consistió de cinco miembros salió volando a Mumbai el 23 de agosto donde fueron encontrados por los miembros locales de nuestra Asociación. A las pocas horas de haber aterrizado, celebramos una reunión de grupo para crear un cronograma y el plan de ayuda del desastre. El 24, contactamos a las Organizaciones No Gubernamentales en la zona afectada y supimos que el camino estaba cerrado e intransitable.

Fuimos al mercado para determinar el precio, la variedad y disponibilidad de los insumos de socorro. También meditamos y oramos para que todo sucediera sin problemas y con seguridad, para que así pudiéramos llevar el ilimitado amor de la Maestra a las personas en necesidad tan pronto como fuera posible.

El 25 de agosto volamos a Chennai y luego tomamos el tren a Kerala. Los miembros de nuestra Asociación en India contactaron a las ONG’s en la zona de desastre y encontraron muchos artículos de auxilio proporcionados por el gobierno, sociedades civiles y organizaciones internacionales. Había más que suficiente alimento y agua. Sin embargo, debido a los días de lluvias torrenciales, las sábanas y ropa de los residentes no se podían secar y reemplazar. Por lo tanto planeamos nuestras compras basados en las necesidades más urgentes de las víctimas, uno de los miembros del personal de una ONG nos llevó a la Escuela Católica local de Loyola para reunirnos con el Padre Louie, Director del Departamento de Servicios Sociales para discutir los asuntos relacionados con la ayuda del desastre. El Padre Louie de la escuela pediría a los estudiantes voluntarios ayudar a empacar y transportar insumos que incorporarían servicios sociales en el currículum de aprendizaje.

El 26 de agosto, a través de la presentación del Padre Louie, llegamos a la mayor tienda local de ropa al por mayor en la zona. El gerente de la tienda era un hombre joven generoso, quien nos vendió los artículos a un precio más bajo que el precio del mercado. Para agradecer a la Maestra por Su amor, incluso ofreció a ayudar a entregar los bienes a la zona de desastre a 650 kilómetros de distancia, de forma gratuita. La benevolencia del gerente conmovió nuestros corazones. Él repetidamente decía: “Gracias Dios” con sus manos en oración, sin reclamar ningún crédito para sí mismo.

Como las víctimas estaban sin hogar debido a las extensivas inundaciones y en necesidad urgente de ropa y sábanas, compramos saris de mujer, dhotis de hombre, sábanas, bufandas finas, camisetas y pantalones cortos de hombre, y ropa interior de mujer. En total, pudimos comprar paquetes para 1.000 familias con la amorosa contribución de la Maestra de USD$10.000.

En la mañana del 27 de agosto, entregamos las provisiones al centro de actividad de la Escuela de Loyola y los empacamos con los estudiantes voluntarios. El presidente de la escuela, el Reverendo Dr. F. Andrew, SJ, quien tuvo un noble y compasivo corazón también ayudó empacando los artículos de socorro. Él nos invitó a las oficinas del presidente y nos garantizó una entrevista para Supreme Master Television. A través de los esfuerzos concertados de todos los involucrados, terminamos de empacar las provisiones ese día.

El 28 de agosto, grandes camiones transportaron nuestros artículos comprados para la zona de desastre de Wayanad Distrito de Kerala. El condado estaba extremadamente remoto, a unos 650 kilómetros de nuestra ubicación, con un transporte terrestre deficiente. Tomamos el tren a la Estación de Trenes de Calicut, tomando dos grandes cajas de provisiones. Después de llegar a la estación del tren, temprano en la mañana, entonces contactamos a Baby Chalil SJ que era el pastor de la Sociedad Jesuita, un instituto de bienestar social, de Parakkuni Colony en Panamaram, Distrito Wayanad, y fuimos a una zona montañosa extremadamente remota. No había ayuda internacional en esa zona de desastre todavía. La iglesia había recolectado alimentos y agua provenientes de múltiples lugares, pero todavía se necesitaban ropa y sábanas. La llegada de las provisiones de nuestro equipo de socorro iluminó las vidas de los lugareños dándoles esperanza de una pronta recuperación, y los voluntarios de la ciudad vitorearon y cantaron himnos juntos.

Con la asistencia de los voluntarios locales, fuimos a las aldeas afectadas a investigar y expresar nuestras condolencias de casa en casa, entendiendo la difícil situación de las aldeas, ya que también nosotros nos empapamos por las torrenciales lluvias. Gracias a Dios por la disposición. Con el dinero que originalmente tenía la intención de rentarse grandes camiones, compramos 25 sombrillas, una para cada uno de los voluntarios y el pastor. Ahora los voluntarios no tuvieron que trabajar bajo la lluvia durante la temporada húmeda.

Los camiones que transportaron los bienes no llegaron de acuerdo a lo programado debido al tráfico y a los obstáculos causados por la lluvia. Todas las familias afligidas estaban deseando la llegada de ropa nueva. La alegre sonrisa en sus rostros era como el sol transmitiendo calidez en el corazón de todos. Después de distribuir parte de las provisiones en la tarde, abrazamos a los aldeanos de la zona de desastre uno por uno. Cuando llegó el resto de los artículos de socorro, los voluntarios tuvieron que distribuir los artículos.

Gracias a las bendiciones de la Maestra, aprendimos muchas lecciones amorosas, así como el espíritu de humildad y servicio desinteresado. Agradecemos a la Maestra por darnos la oportunidad para crecer y realizar esa verdadera felicidad que es ayudar a los demás. Gracias a la Gracia Suprema del Cielo, la misión de socorro fue exitosamente cumplida.

Gastos de la Maestra Suprema Ching Hai para Ayudar a las Víctimas de las Inundaciones en India

Nuestros centros de Formosa contribuyeron con USD$ 4.925 para cubrir alimento, alojamiento, transporte y gastos del equipo de socorro.

Recibo