Buscaremos en lo alto y en lo bajo por un poco de amor. Por un poco de amor, para compartir con todos los seres en todos los rincones del mundo. La Maestra Suprema Ching Hai, así como Ella afectuosamente ha llegado a ser conocida por aquellos que han tenido el placer de conocerla o de trabajar con Ella, deja un mensaje, caminar la senda del amor. Una renombrada humanitaria, artista y visionaria espiritual, Su amor y asistencia se ha extendido más allá de las fronteras culturales y raciales a millones de personas alrededor del mundo, incluidos los necesitados y los que no tienen hogar, las instituciones de investigación médica sobre el SIDA y el cáncer, los veteranos de guerra de los Estados Unidos, los ancianos necesitados, los discapacitados física y mentalmente, los refugiados y las víctimas de los desastres naturales, tales como terremotos, inundaciones e incendios. A través de estos trabajos, hemos sido testigos de incontables recordatorios de compasión, que son la marca personal de esta bondadosa dama y de la organización internacional que ha crecido debido a Su amoroso ejemplo.
“Cualquier cosa que podamos compartir, nosotros empecemos a compartirla. Entonces sentiremos un sutil cambio dentro de nosotros mismos – más amor será derramado en nuestra conciencia y nos daremos cuenta de algo y éste es el comienzo. Nosotros estamos aquí para aprender, aprender a crecer, así como para aprender a usar nuestro poder, nuestro poder ilimitado de amor y creatividad, para hacer del mundo un mejor lugar adondequiera que estemos”.
La Maestra Suprema Ching Hai nació en Au Lac central. Durante sus primeros años, a menudo se le encontraba proveyendo de ayuda y consuelo a los pacientes de los hospitales y a los necesitados de todas las formas que ella pudo. Ya como joven adulta, Ella se trasladó a Europa a estudiar y continuó allá como enfermera voluntaria y traductora para la Cruz Roja.
Ella pronto descubrió que el dolor y el sufrimiento existen en todas las culturas y en todos los rincones del globo. Su búsqueda por el remedio para estos males llegó a ser la meta más importante en Su vida. Ella estaba felizmente casada en ese tiempo con un médico alemán y aunque fue una decisión extremadamente difícil para ambos, Su esposo accedió a una separación. Ella entonces se embarcó en lo que se convirtió en un viaje de dos años en búsqueda del conocimiento espiritual. Finalmente, en lo profundo de los Himalayas en India, Ella encontró un Maestro Iluminado quién le impartió el Método Quan Yin – una técnica de meditación que contempla la Luz y Sonido internos. Después de un periodo de práctica diligente, Ella alcanzó la Gran Iluminación. Muy pronto, después de Su retorno de los Himalayas, por la sincera súplica de aquellos a Su alrededor, la Maestra Ching Hai empezó a compartir el Método Quan Yin con otros, animándolos a mirar internamente para encontrar su propia grandeza.
“La paz y el amor del que más a menudo hablamos y buscamos lo tenemos dentro de nosotros mismos.”
Las personas de todos los estratos sociales encontraron que por medio del Método Quan Yin de meditación, ellos alcanzaron gran realización, alegría y paz en su vida cotidiana. Poco tiempo después, las invitaciones para que la Maestra Ching Hai presentara conferencias llegaron de los Estados Unidos, Europa, Asia y América del Sur, así como de las Naciones Unidas. Además de ser un noble ejemplo de ayuda humanitaria, la Maestra Ching Hai también nos anima a que embellezcamos el mundo en el que vivimos.
“El futuro está en nuestras manos, por lo que lo hacen hermoso o lo empeoran, depende de ustedes”.
Por medio de la práctica con el Método Quan Yin, la Maestra Ching Hai ha realizado muchos talentos espontáneos que Ella expresa a través de pinturas y otras creaciones artísticas, música y poesía, joyería estética y diseños de vestidos, expresando la belleza interna y externa de las culturas y la gente que Ella ha encontrado. En 1995, por solicitud del público, Sus diseños de vestidos se exhibieron en los centros internacionales de la moda incluyendo Londres, París, Milán y Nueva York. Las ventas producto de sus esfuerzos artísticos le ha permitido a la Maestra Suprema Ching Hai crear una fuente independiente de fondos para actividades humanitarias, destacando Su visión pragmática de que debemos siempre tratar de crear nuestros propios medios desde los cuales dar a los demás. Aunque Ella no busca reconocimiento de ningún tipo, en reconocimiento de Su asistencia desinteresada, la Maestra Suprema Ching Hai ha recibido numerosos premios de representantes gubernamentales y organizaciones privadas en numerosas ocasiones. Ellos incluyen el Premio Gusi de la Paz, el Premio a la Paz Mundial, el Premio Líder Mundial Espiritual, el Premio a la Promoción de los Derechos Humanos y el Premio por Servicios Públicos Sobresalientes a la Humanidad.
“Ella trae amor alrededor del mundo, donde hay odio. Ella trae esperanza, donde hay desesperación. Y Ella brinda entendimiento, donde hay malos entendidos. Ella es la luz de una gran persona, un ángel de misericordia para todos nosotros”
~ Alcalde Fasi de Honolulu
SLa Maestra Suprema Ching Hai es una de las personas verdaderamente dedicadas de esta era, ayudando a otros a encontrar y crear una bella visión del futuro. Muchas de las grandes figuras de la historia han tenido sueños, y en Sus propias palabras, así lo hace la Maestra Suprema Ching Hai:
“Tengo un sueño. Sueño que la totalidad del mundo llegue a estar en paz. Sueño que se detenga toda la matanza. Sueño que todos los niños caminarán en paz y armonía. Sueño que todas las naciones se den las manos unos con otros, que se protejan entre sí y se ayuden mutuamente. Sueño que nuestro bello Planeta no sea destruido. Tomó miles de millones de años producir este Planeta y es tan bello, tan maravilloso; Yo sueño que continúe, pero en paz, belleza y amor”.